05 enero 2012

MEDIOS - PREJUICIOS, A LAS NALGAS


Veía a muchachos y muchachas y pensaba que estaban en otra. Claro que sí. Sentados en colectivos viajaban dentro de una atmósfera auricular. Algunos tal vez se hayan leído algún libro sonoro. Es que se espera de todo con la revolución más notoria y cercana.
Debo decir que los criticaba internamente. Que "estaban en otra". Que "no les importa nada". Que "el heavy metal los idiotiza". Que "estos se hacen los bolús y no le dan los asientos a los viejos de todos los colores y pensamientos".. hasta que llegó el día en que tuve que comprar un celular (a la miercole con la idea de no comprar uno, me ganó la nacesidad laboral) y se me ocurrió escuchar música en el viaje. Y la mayoría de mis críticas me las tuve que guardar detrás de los cachetes de atrás por la fruición sentida. Pero con atención, eh! A no ser que uno cruce la calle y deja de lookear su alrededor y un bondi te transforme en papel celofán.
Lo concreto es que me acordé de una entrevista que le hicieron al angelito de Cappa. Le preguntaron si se podía vivir sin fútbol y sin música. Y el bigotón (, bah, ¿bigote mediando podríamos decir? ¿Prolijo? ¿Cuidado? No me refiero al conocido maltratador de players!) de Ángel contestó: "Sin música no se puede vivir".

3 comentarios:

tito dijo...

Soy de los que escuchan libros , je.
saludos

Julián dijo...

Tito: lo sabía.
Abrazo.

Hostpph.com dijo...

jajja yo como Tito, tengo que confezar que también he oído un par de audiolibros como les llaman, para personas un poco perezosas como mi persona, son geniales! jaja