15 junio 2006

"TRES PUNTOS Y PUNTO"


*La selección argentina arrancó con un ajustado triunfo su debut en el mundial de Alemania 2006 al vencer al difícil Costa de Marfil por dos tantos a uno. Los goles albicelestes fueron marcados por Crespo y Saviola en la primera etapa, Drogba descontó para los africanos a ocho minutos del final. Argentina sufrió hasta la conclusión del cotejo, no jugó bien y su victoria se transformó más en un elemento de necesidad que en un hecho de justicia.

El pitazo final encontró a los jugadores argentinos abrazándose y celebrando una victoria no inmerecida pero sí, poco justificada. Tal vez la causa de esta conducta no sea una sola, se puede pensar en la rápida eliminación en Corea-Japón, en que clasifican dos por grupo y no mejores terceros como antes o en valorar la calidad del rival, que si bien debutaba en el mundial, no fue una presa fácil.
Lo cierto es que Argentina no jugó como se espera de ella, debido a la potencialidad futbolística de la mayoría de sus jugadores. E l equipo, posiblemente, no sea justamente eso, un equipo, por poco tiempo de trabajo y conformación, pero también eso sucede en casi todas la selecciones, a excepción de la brasileña, que juega con los mismos jugadores desde hace años y eso hace que corra con ventaja.
Pero lo más preocupante es que Argentina no tuvo mucho tiempo la pelota y cuando la tuvo, generó poco, a tal punto que Costa de Marfil le ganó el duelo en la faz "situaciones de gol y tenencia del balón". Los africanos siempre hicieron circular la pelota por cualquier sector de la cancha ( si hasta con el arquero comenzaban así las jugadas), impusieron esa interesante combinación de potencia física, velocidad y habilidad y el equipo de Pekerman pasó sustos.
El director técnico argentino decidió un planteo no defensivo, pero sí cauteloso, o por lo menos, no todo lo ambicioso que se espera de esta selección. Su dupla de ataque elegida fue Saviola-Crespo, que le dieron resultados ya que ambos delanteros convirtieron los goles argentinos, pero en el banco y sin ingresar quedaron Tevez y Messi, dos jóvenes con experiencia pero fundamentalmente con desequilibrio.
Dijimos que los africanos complicaron a los argentinos y desde temprano, Akalé le ganó por la izquierda a Burdisso ( de floja actuación) y en cinco minutos generó dos situaciones, la primera terminó con un cabezazo de Drogba que se fue por arriba del travesaño, la otra con un remate del anteriormente mencionado volante que también se fue desviado.
Fueron dos avisos, hasta que Argentina comenzó a manejar medianamente el balón, aunque su peligrosidad se construyó a partir de las pelotas paradas efectuadas por Román Riquelme y en una de ellas la jugada terminó polémicamente. Fue a los catorce minutos cuando Roberto Ayala, el mejor jugador argentino de la cancha, se elevó tras un córner del diez, su cabezazo lo contuvo irregularmente y en dos veces el arquero Tizié pero se vio claramente que el balón había ingresado o por lo menos apenas traspasado la línea. El árbitro belga De Bleckeere, increíblemente no lo convalidó.
A partir de esta acción, Argentina logró imponerse aunque sin claridad, Riquelme comandó más el ataque y Sorín se proyectó más, pero ni Mascherano ni Cambiasso se destacaron en lo que mejor saben hacer que es el robo de pelotas, por eso los africanos ganaron en el mediocampo a partir de su dominio dinámico.
Pero Argentina pegó primero, el tiro libre de Riquelme terminó en una pelota suelta en el área y estaba ahí Crespo, donde debe estar, para empujarla al gol y reencontrarse con él. Uno a cero.
Paradójicamente Costa de Marfil empezó a llegar más y Argentina NO SE AGRANDÓ FUTBOLÍSTICAMENTE, al contrario, se replegó para salir de contragolpe, sino a las pruebas remitirse, en una rápida respuesta, Riquelme, con un pase propio de Michael Jordan en la NBA (mirando para un lado y habilitando para el otro) dejó solo a Saviola que tocó el balón a la red anticipándose al arquero Tizié. Dos a cero, tranquilidad, efectividad, contundencia pero poca fantasía y producción futbolística combinados con un frágil mediocampo.
Costa de Marfil tuvo sus oportunidades antes y después del dos a cero a través de un remate de Kalou desviado, un cabezazo de Keita que Abbondanzieri salvó milagrosamente entre sus piernas y no faltaron las exigencias casi interminables de Drogba que Ayala y Heinze (especialmente el primero) trataron de neutralizar y lograron a veces.
El entretiempo dejó una premisa casi irrefutable: la ventaja argentina en el marcador era un premio grande como el estadio de Hamburgo.

AGUANTE ARGENTINA
Suele pasar que cuando un equipo se defiende es porque el otro lo está atacando o porque quiere que lo ataque. Pasó lo primero, no tanto lo segundo. Tal vez a Costa de Marfil lo asustó la contundencia criolla y quizás por eso no fue a buscar desesperadamente el descuento, aunque siguió dominando campo y balón.
Lo cosechado por los de Pekerman en la segunda etapa: un remate de Maxiliano Rodríguez tras una habilitación de Saviola que se fue por arriba del travesaño, un tiro libre-centro de Román cerquita del segundo palo africano y un sablazo de Riquelme que obligó al arquero a un rebote que Rodríguez cambió por gol pero que fue bien anulado por fuera de juego señalado por el juez de línea. Solo tres ocasiones!! Las únicas llegadas del complemento, no más que eso, lo demás a cuidar el resultado. Fue una estrategia totalmente conservadora teniendo en cuenta también los cambios realizados (Palacio por Crespo, Lucho gonzález por Saviola y Aimar por Riquelme, en el final del encuentro) en donde el delantero de Boca Juniors quedó solo en el ataque y con, por lo menos dos defensores marcándolo constantemente cuando se dispone de otros cuatro. Es verdad que era el primer partido, pero eso no justifica la actitud tomada por el entrenador y acatada por los jugadores cuando ni siquiera se sufrió expulsión alguna que pudiera servir de argumento.
Los marfileños fueron animándose y visitaron el arco del pato Abbondanzieri, quien siempre respondió en forma correcta.
Primero remató cerca y por arriba Koné y luego Drogba desvió un tiro libre y la pelota se fue besando el palo izquierdo del uno argentino. Hasta que a ocho del final, el delantero del Chelsea inglés, Didier Drogba, se tomó revancha y con un zurdazo cruzado y luego de recibir un centro para atrás, puso el 1-2 suspensivo.
El temor invadió a los argentinos y el equipo albiceleste priorizó defender el resultado y no agrandarlo para afirmarlo.
No les quedó tiempo a los de Michel y Argentina festejó la victoria que le da fuerza anímica por sobre todas las cosas para encarar lo que viene. Pero se debe tener en cuenta que esta no es la obra a representar con los actores que se tienen a disposición.
FORMACIONES Y ESTADÍSTICAS
ARGENTINA: Abbondanzieri; Burdisso, Ayala, Heinze y Sorín; Maxi Rodríguez, Mascherano, Cambiasso y Riquelme; Saviola y Crespo. D.T.:José Néstor Pekerman.
Cambios: s.t.19m Palacio por Crespo, 31m Luis González por Saviola y 45m Aimar por Riquelme.
COSTA DE MARFIL: Tizié; Eboué, Touré, Meité y Boka; Keita, Yayá Touré, Zokora y Akalé; Drogba y Kalou. D.T.:Henri Michel.
Cambios: st. 10m Dindane por Kalou, 16m Koné por Akalé y 33m Koné por Keita.
GOLES: PT.24M CRESPO (A) Y 37M SAVIOLA (A). ST.37M DROGBA (C.M.)
Estadio: Hamburgo.
Árbitro: De Bleeckere (Bélgica)
Amonestados: Heinze, Saviola y Luis González (A) Drogba y Eboué (CM)
FOTO: "DONDE TENÍA QUE ESTAR"
EL GOLEADOR ARGENTINO, HERNÁN CRESPO, CUMPLE CON SU FUNCIÓN, EMPUJA LA REDONDA A LA RED Y ABRE EL CAMINO DE LA VICTORIA. CASI NO TUVO CHANCES, PERO EN UNA SOLA OPORTUNIDAD CONVIRTIÓ, COMO LOS GOLEADORES DE RAZA. TOURÉ, DROGBA Y TIZIÉ LO SUFREN.
JULIÁN LICHENE

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