
No hace falta que sea un aniversario. No lo es. Porque él siempre está en el recuerdo constante. Como el símbolo de un hombre sentimental, desde el tango o el club, en este caso Platense, "el Calamar" de Saavedra. Una de las tribunas lleva su nombre y en cada rincón del barrio existe una alusión a su figura. Es que "El Polaco", así con mayúsculas, está adentro porque él demostró cómo se puede llegar a sentir una pasión tan nuestra como el tango o el fútbol.
Por eso, desde este blog le rendimos homenaje con un poema elaborado para pensarlo cerca de nosotros. Dicen del Polaco es mantener y descubrir a la vez ese misterio que todo artista posee. Y Goyeneche es parte del sentir. El Polaco siempre está.
DICEN DEL POLACO
Dicen del Polaco
de blanca compañía
saludaba a Pichuco
al que no veía,
le miró los hombros
pero era la caspa
y no cocaína.
Dicen del Polaco
de la Hesperidina
que tomaba botellas
que bien escondía,
si llegaba la jermu
no estaba en su día
o era agua fresquita
para la aspirina.
Dicen del Polaco
de voz con arena
que no era por los cantos
sino por platea
en cancha de Tense
en barrio Saavedra.
Dicen del Polaco
del Tango sensible,
que había tristezas
de todas posibles
y se veía en la cara
su alma querible.
Dicen del Polaco
un cantor nochero
volvía entonado
y a la vez entero
llegaba a su casa
y Platense primero.
Dicen del Polaco
enjundioso artista
no buscaba fama
y hallaba la pista
valoró bien las letras
con humildes aristas.
Dicen del Polaco
que nunca calló
cantaba un pebete
antes que su honor
el joven la rompía
ya sin pudor.
"Pibe, tirate a menos
que después canto yo",
fue el aliento sincero
del eterno cantor.
Polaco querido
el recuerdo es hoy
y en la memoria de todos
el recitador
sensible y pasional
como lo eras vos
y quién puede negar
que desde el cielo
mirando al marrón
con garganta de arena
grites un gran gol.
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