06 noviembre 2007

CABRERO, UN TÉCNICO SIMPLE Y NO UN SIMPLE TÉCNICO

"Nosotros entrenamos una vez al día y todos los trabajos físicos se realizan con pelota. Las prácticas de fútbol tienen una hora de intensa actividad, más o menos, ya que es preferible entrenar bien fuerte durante un lapso razonable y no llevar a cabo un trabajo con intervalos".
Víctor Hugo Morales, para muchos el mejor periodista deportivo de la actualidad, (para quien escribe existen muy pocas cosas más alejadas de la realidad que esa apreciación) lo miraba asombrado y a la vez se preparaba para retrucar con preguntas intencionales aquella forma metodológica del técnico de Lanús.
"¿Una sóla vez por día?" devolvió el uruguayo. "Sí Víctor Hugo. ¿Sabe lo que pasa?. El jugador de hoy está saturado psicológicamente. Es que hay mucha presión alrededor del fútbol".
En estos tiempos en los que se transmite el mensaje lineal de un fútbol caníbal y sacrificado " a más horas de entrenamiento= más trabajo= más seriedad", Ramón Cabrero hace de su manera de verlo una cuestión sencilla, sin acciones ni lenguas filosas. Destacando el sentido lúdico, la matriz del juego pero sin negar la alta competencia. Toma al fútbol sin abusos ni excesos de dramatismos aunque aclare que él también "se hace mala sangre, pero un partido no es una cuestión de vida o muerte".
En el programa del último lunes de "Hablemos de Fútbol" que se lleva a cabo en la cadena deportiva ESPN, también estuvo, junto a Perfumo, Luis Zubeldía, su joven ayudante de campo que funciona como un nexo entre los jóvenes jugadores del Granate y el técnico. Es ese zurdo ex- jugador de San Lorenzo y Lanús que tanto prometía pero que tuvo que dejar el fútbol forzosamente por una seria lesión. Enseguida el club le ofreció trabajo y el muchacho empezó a trabajar en divisiones inferiores con el hoy técnico de primera. Cabrero destaca "su profesionalidad y la distancia que sabe mantener con el jugador".
En referencia al jugador de hoy, el conductor estrátegico contó que "es difícil sacarlos del Play Station. Se vive otro tiempo".
También es valioso destacar un tema que suele ser espinoso y que despierta mucho recelo en la mayoría de los directores técnicos de fútbol: la utilización de la psicología al servicio del deporte. En realidad, esta rama de las ciencias sociales busca el bienestar del ser humano, eliminar su sufrimiento independientemente de la actividad que desarrolle. "No soy de los que piensan que la Psicología no sirve para el fútbol, todo lo contrario". Zubeldía alimentó esta postura: "No somos profesionales y tampoco tenemos psicólogos trabajando con nosotros pero hablamos mucho con los jugadores y si vemos que existe algún problema de importancia y que puede hacer correr algún tipo de peligro a la persona, enseguida lo comentamos al club para que le consiga un psicólogo". Tal vez, sin querer, tanto Cabrero como Zubeldía, estaban diciendo que en inferiores no trabajan estos tipos de profesionales y que les gustaría que así fuera.
Desde este blog siempre transmitimos la convicción de creer que el fútbol es de los jugadores esencialmente y a la vez reconocer que vivimos, como dice Horacio Pagani, la "era de la dictadura de los técnicos". Por lo tanto tampoco se puede negar la función formadora, desde lo humano y lo futbolístico, que puede ejercer un DT como Ramón Cabrero. No lo conocemos personalmente, debemos guiarnos por su trabajo, por los resultados del mismo, sus acciones y por el contenido del mensaje que emite, entre otras cosas.
Más allá de lo que ocurra deportivamente, si Lanús alarga a quince la cantidad de campeones del fútbol argentino o se seguirá con el número del borracho, no se puede negar el éxito del proceso. Algo que con SENCILLEZ y con un TÉCNICO SENCILLO es de factible concreción.




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