Cuando se anunció la Ley de Medios (a la que Clarín sigue sin acoplarse) dijeron que TN iba a desaparecer. Resulta que eso no ocurrió, que sigue operando contra la democracia. El que atacó la libertad de expresión fue el mismo Macri ayer con C5N. Ellos, los paladines de la República, la libertad de expresión, el diálogo, el consenso, el trabajo en conjunto, el trabajo en equipo, los globos de colores...
Están desquiciados. Saben que pierden la elección nacional (y muchas provinciales, como ya pasó y está pasando) y recurren a cualquier manotazo de ahogado. Pero son manotazos que lastiman la democracia. Y no sólo por la cuestión electoral. Hay que tapar el escándalo Niembro (que a esta altura es imposible de ocultar). Niembro se bajó o lo bajaron, pero hay que investigar a los que pusieron la plata de los contribuyentes de la ciudad de Buenos Aires: Macri, Vidal y Larreta, entre otros. No han dado explicaciones ni se han presentado a la Legislatura. Más de 170 contrataciones directas a una empresa que no estaba registrada, que no tenía empleados y que hacía trabajos (¿trabajos?) que nada tenía que ver con su supuesto rubro. Nada publicado en el boletín oficial. Hay muchos más casos de gente desconocida, amigos del Tío Rico. Ese no es el tan nombrado capitalismo de amigos, es el despojo al Estado entre amigos. Es la punta del iceberg de una banda de delincuentes seriales.
No tengo dudas y siempre lo pensé: Macri es la última dictadura militar. No tendría problemas en volver a llevar las prácticas que llevaron a cabo aquellos asesinos y ladrones. La diferencia es que hoy Macri se encuentra con una sociedad madura en esa aspecto. Una sociedad que recuerda lo que pasó. Y cuando ello ocurre, es difícil volver a repetir ese nefasto pasado.
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