Entiendo la decisión cargada de estrategia de Cristina. Pero no la comparto. Y debo decir que la mentora de las internas abiertas (fue su proyecto cuando era senadora), nos deja sin Paso a nivel nacional (¿Por qué sí habrá Paso en provincia?). La posibilidad de que la sociedad misma eligiera los candidatos a presidente dentro del Frente para la Victoria no va a ser posible. Sabemos que hay mucho en juego. Sabemos que en las elecciones se compite para ganar y más ahora, cuando la derecha más vernácula se encolumna detrás del procesado Macri, quien ayer no consiguió convencer a Sanz y a Carrió de ser él el único candidato de ese espacio y se la da ahora de que él sí respeta las Paso, las instituciones y bla,bla,bla.
Scioli no es el Che. Seguro. Tampoco es Rockefeller. Randazzo no bajó de Sierra Maestra, como dicen. También es cierto. Randazzo fue individualista. En parte, es cierto. Fue coherente, tal cual. Pero ¿quién le mandó a decir él era candidato a presidente o nada? ¿Quién le mandó a decir a los cinco vientos que Scioli era Clarín? ¿Por qué rechazó la gobernación bonaerense como si fuese un puesto de venta de panchos? Se autolimitó sin sentido.
Lo cierto es que Scioli capta votos de aquella clase media no kirchnerista, hasta algo gorila, que no adora a la presidenta, precisamente, pero tampoco quiere volver a los años ´90, a sabiendas de su mejora personal y familiar de la última década.
Quien escribe es solo eso, un simple escribiente. No está en la rosca diaria de la política. No habla con los punteros del conurbano que le dicen :"La cosa está así y va por acá... etc.etc." Esa territorialidad que te marca la realidad.
Entiendo a Cristina. Y es una inteligente (y esperada) jugada la de meter de vice a un kirchnerista de la primera hora como Zannini, del año ´87 en Río Gallegos, cuando Kirchner fue intendente de esa ciudad. Zannini es Cristina.
Pero el sentimiento repelente de la verdad única me dice que hubiese estado bueno poder elegir...
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