Todos los sábados a la mañana, el fútbol en cancha de once es un poco de todo y un hábito irrenunciable. Es....
ALEGRÍA, por el simple hecho de jugar a la pelota.
ANSIEDAD, por esperar el momento en que la redonda comience a rodar.
AMISTAD, por compartir el instante con la muchachada. A lo mejor, le queda mejor la palabra COMPAÑERISMO, ya que es el único encuentro semanal.
SATISFACCIÓN, por saber que uno hace actividad física que disfuta y que ayuda a su bienestar corporal y mental.
PENSARSE Y SENTIRSE JUGADOR, esta idea hermosa de que el jugador de fútbol nunca muere, siempre piensa en el partido que va a jugar a la brevedad y pese a la edad, continúa con su "carrera personal amateur".
PUTEARSE, por los goles que uno se "comió", por la jugada que no construyó y/o resolvió bien.
DESCANSO PLACENTERO, porque luego del partido, el cuerpo, cansado, parace agradecerte. O será la mente?
RESPONSABILIDAD, RESPETO Y COMPROMISO, tres palabras que me nombró el organizador de los partidos, Fernando (al lado mío, junto a la pelota) y que sintetizan las razones por las cuales todos los sábados disfrutamos del deporte más hermoso, colectivo y solidario del mundo.
1 comentario:
Bien el torito Lichene. En 10 partidos, 11 goles.
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