
* Se terminó el mundial para la selección argentina. Cayó por penales 4 a 2 luego de haber igualado en uno en los primeros noventa minutos y después en el alargue. El equipo de Pekerman dominó casi todo el partido al anfitrión del torneo pero careció de poder ofensivo para definir el pleito. Luego de que Ayala abriera el marcador recién comenzado el segundo tiempo, Klose empató a diez minutos del final. Pekerman anunció que "el ciclo está terminado".
Es difícil y duro a la vez, escribir y pensar desde el dolor, desde la desilusión, desde el deseo que ya no puede ser. Y más en este partido crucial, fundamental pero cargado de obstáculos.
Porque Argentina tuvo todo en contra, el público (obviamente), la mala suerte (la lesión de Abbondanzieri que lo obligó a dejar el campo) y el desarrollo arbitral, pues el juez eslovaco Lubos Michel, realizó el trabajo fino para inclinar la cancha a favor de los locales, especialmente cuando Alemania caía en el marcador y no encontraba la forma de llegar a la igualdad anhelada.
Es difícil y duro a la vez, escribir y pensar desde el dolor, desde la desilusión, desde el deseo que ya no puede ser. Y más en este partido crucial, fundamental pero cargado de obstáculos.
Porque Argentina tuvo todo en contra, el público (obviamente), la mala suerte (la lesión de Abbondanzieri que lo obligó a dejar el campo) y el desarrollo arbitral, pues el juez eslovaco Lubos Michel, realizó el trabajo fino para inclinar la cancha a favor de los locales, especialmente cuando Alemania caía en el marcador y no encontraba la forma de llegar a la igualdad anhelada.
O cuando Maxi Rodríguez cayó en el área rival al final del encuentro como consecuencia del cruce que le hizo el marcador de punta izquierda Philipp Lahm , el árbitro no sancionó el penal y le sacó amarilla al volante argentino. Más tarde y durante el suplementario, el estratega alemán Michael Ballack, fingió un penal por supuesta agresión de Ayala, el juez no compró pero tampoco le mostró la tarjeta amarilla. También Podoslki pudo escapar a una sanción, debió irse expulsado cuando golpeó bruscamente a un argentino teniendo amarilla y transcurriendo el primer tiempo.
Pero más allá de lo esperado, la sensación es de frustración, por lo poco que hizo Alemania para ganar el pase a semifinales (culpa también de su rival que lo neutralizó), y porque Argentina no mereció quedarse vacía.
Claro que hay que bucear también en el propio rendimiento albiceleste para tratar de entender porqué no es el equipo de Pekerman el que está en los primeros cuatro puestos del mundial.
Y ahí surge un apunte o señalamiento casi universal, inclusive en quienes no están acostumbrados a ver fútbol pero que observaron el partido: a la Argentina le faltó REMATAR el encuentro cuando estaba uno a cero y al mismo tiempo controlar el balón, que no es lo mismo que hacerlo durar. En otras palabras, faltó el golpe mortal, la definición, el último toque, ese que hubiera anestesiado al local en forma total, dar el pase a la red(según palabras de César Menotti). Y en ese contexto, José Pekerman prefirió, con los cambios, controlar el mediocampo y no generar mayor desequilibrio ofensivo, por ejemplo incluyendo a Aimar y a Messi y no a Cambiasso con Cruz.
Claro, es fácil hablar y opinar con el resultado puesto, pero queda la sensación de que no se apostó decididamente a terminar con Alemania, aunque se haya merecido el triunfo, aún en el suplementario.
Pero, al margen de ese déficit, Argentina realizó un partido excelente, superando durante mucho tiempo a su rival, controlándolo tácticamente e imponiéndose siempre, en los anticipos (otra gran tarea de Ayala), en los quites, en el manejo del balón y en el desarrollo. Con un Tevez imparable, activo, guapo, encarador, pero lejos del arco y sin la ayuda de un Riquelme poco productivo, casi intranscendente y un Crespo solamente referencial.
Maxi Rodríguez, Lucho González y Mascherano no tuvieron problemas con Ballack y compañía, siempre estuvieron atentos a sus movimientos y los marcadores de punta germanos (en especial Lahm) casi nunca subieron. Los tanques Klose y Podolski no tuvieron participación.
En síntesis, en la primera etapa, Argentina desmoralizó a Alemania con la tenencia del balón aunque la situación más clara fue para los locales, con ese cabezazo de Ballack a los quince minutos que se fue cerquita del palo izquierdo de Abbondanzieri.
Argentina demostraba insinuaciones pero carentes de nitidez.
SE ABRE
Ayala fue al área germana y le ganó con un salto "passarelliano" a Klose, tras el córner de Riquelme, la pelota entró abajo, imposible para el gigante Lehmann. Uno a cero. Golazo. Por el salto desacomodado del ratón y porque ingresó justita contra el palo izquierdo del arquero. Era la ABERTURA del partido, el merecimiento en acto. Otro partido. Otra obligación para Alemania. Otra dinámica aunque al partido nunca le faltó ritmo.
Los de Klinsmann fueron con córners, empuje y pitazos que sólo el árbitro divisaba, anta cada contacto de un argentino, el juez otorgaba la falta para el local. Y ahí Argentina falló, después del uno a cero perdió ocasiones con un remate de Maxi y otro de Lucho, casi siempre en contragolpe. Y luego, los cambios, Cambiasso por Riquelme (a éste último se lo vio cansado y presumiblemente fastidiado) y Cruz por Crespo.
Ese es el momento en que Argentina pierde el dominio y Alemania, con sus escasos recursos, intenta como puede. Encima Abbondanzieri había pedido el cambio ya que el rodillazo de Klose (no pareció intencional) le adormece toda la pierna izquierda empezando desde la cintura. Entra Franco y luego, los otros reemplazos mencionados.
Argentina pierde la hegemonía conductora del partido y Alemania llega al empate a diez minutos de la finalización; centro de Ballack, doble cabezazo en el área y Miroslav Klose que se anticipa a Sorín venciendo a Franco a contrapierna, imposible.
Parádojicamente el local se retrasa y Argentina demuestra que siempre quiere ganar el partido aunque en el momento que pensó en cuidar el resultado, la igualdad le golpeó la puerta... y entró.
Y llega el penal no cobrado con posterior amonestación a Maxi Rodríguez y un desborde de Cruz que Lucho conecta de cabeza pero es off-side de Carlitos Tevez. Alemania aguanta.
ENTRE LO QUE SE QUIERE Y LO QUE SE PUEDE
La imagen frustrante de Messi daba ternura y pena a la vez, la de un CHICO con ganas de jugar a la pelota, sentado, con su camiseta estirada sobre sus piernas, era el partido ideal para complicarles la vida a las torres centrales alemanas. Por supuesto, no se busca crucificar a José por los cambios realizados, el técnico argentino demostró enormes aptitudes para conformar este seleccionado, tanto dentro como fuera de la cancha. Lo que decimos es que Argentina careció del PUNCH final y del cambio de ritmo que Messi, Aimar, Saviola o Palacio le hubiesen podido dar.
El primer suplementario mostró una Alemania un poco más atrevida, un poco... era casi una ilusión óptica. Enseguida se notó que Argentina la superaba físicamente (sí, a los que históricamente se los asoció como los campeones invencibles de la fuerza y la resistencia) y quería evitar los penales, porque deseaba el triunfo, desde el primer minuto.
Disparo de Lucho que fue rebote, remate de Tevez que encuentra bien parado a Lehmann, derechazo de Coloccini afuera, centro llovido de éste último y travesaño, jugadón de Carlitos sin final feliz. No había caso, no se concretaba y Alemania, el organizador del mundial, con más descanso, con la gran mayoría del público a su favor (incluido Michel), con Ballack acalambrado y en una pierna, esperaba los penales, los suplicaba.
Los penales que le dieron la clasificación, con Lehmann atajando los tiros de Ayala y Cambiasso (con machete incluido, estará permitido? ) y concretando los suyos, Neuville, Ballack, Podolski y Borowski.
Luego el tumulto, las peleas, las cargadas alemanas.
Lo cierto es que Argentina culminó con dignidad, injustamente derrotada y con la frente en alto.
Mereció ganar en los noventa, en el suplementario pero quedó vacío en el resultado aunque con una identidad reconocida.
El mejor equipo del mundial (con sus lógicos aciertos y errores) se quedó afuera de la competencia que lo veía como ganador. Suele pasar en el fútbol y más en un mundial.
Formaciones y Estadísticas
ALEMANIA: Lehmann: Friedrich, Metzelder, Mertesacker y Lahm: Schneider, Frings, Schweinsteiger y Ballack: Klose y Podolski. DT Jurgen Klinsmann.
Cambios: st 16m Odonkor por Shneider, 29m Borowski por Schweinsteiger y 40m Neuville por Klose.
Amonestados: Podolski, Odonkor y Friedrich.
ARGENTINA: Abbondanzieri; Coloccini, Ayala, Heinze y Sorín; L. González, Mascherano y Maxi Rodríguez; Riquelme; Tevez y Crespo. DT: José Néstor Pekerman.
Cambios: st25m Franco por Abbondanzieri, 27m Cambiasso por Riquelme y 33m Cruz por Crespo.
Amonestados: Sorín, Cruz, Mascherano y Maxi Rodríguez.
GOLES: ST 2M AYALA(ARG.) Y 35M KLOSE (ALE.)
Penales: Neuville, Ballack, Podolski y Borowski (Alemania)
Cruz, Ayala (atajado), Maxi Rodríguez y Cambiasso (atajado) (Arg.)
Estadio: Olympiastadion de Berlín
Espectadores: 72.000 aproximadamente.
Árbitro: Lubos Michel (Eslovaquia)
JULIÁN EZEQUIEL LICHENE
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