
Un compañero de trabajo, Pepe, me dice: "Qué triste!". Pronuncia estas palabras cuando vemos a la Selección naufragar lejos de la gloria, como pasó en esta Copa América que tan bien terminó ganando Uruguay. O cuando se quiere crear un campeonato de 40 equipos con el pretexto de federalizar sin tomarse el tiempo necesario para analizar la crisis y buscar el mejor proyecto. O cuando un tal Carlos Bianchi se autopostula, aventaja con excesiva comodidad a los demás entrenadores en las encuestas de la web y en la AFA nadie le acerca un vaso de agua aunque sea.
Qué triste está el fútbol argentino. Con el negocio comiéndoselo. Con estos dinosaurios que están en la AFA que no pueden sincerarse sobre el daño que le hacen a este deporte. Con este periodismo que sólo habla de resultados.
El fracaso de la Selección en este certamen y el descenso de River son síntomas. Pero no se soluciona subiendo de golpe 16 equipos. Si el Gobierno está en la movida también se equivoca aunque descreo de la magnitud de su injerencia, sino, tendría que imponer también al futuro entrenador.
Desconozco cómo seguirá ésto. Hay impotencia al saber que Grondona tiene un fuerte rechazo en los hinchas pero hay ausencia de marchas a la AFA o a Ezeiza pidiendo su salida. Esto no amerita aliarse con Daniel Vila, que la única diferencia que tiene con el Ferretero es ... la edad.
Tenés razón, Pepe. Qué triste.