
Nos vamos a acordar igual de Néstor, Cristina. Aunque no lo hayas pedido poe cadena nacional. Estoy seguro de que todos los argentinos, aún los que no lo querían y tampoco lo quieren ahora, se acuerdan de él. No porque él haya sido el único y gran responsable de empezar a cambiar las reglas en la Argentina, sino porque representó a la gente que, hastiada del desprecio político, quería recuperar su dignidad. Y se hizo con política, que es la única herramienta para cambiarle la vida a la gente, para bien o para mal.
En el diario Tiempo Argentino del pasado domingo, el Feinmann bueno (José Pablo) dijo que "la gente está enamorada de Cristina, por su entereza y la manera en que salió adelante" (pág. 27).
Quien escribe es parte de esa masa, que seguira diciendo lo que no le guste pero tendrá en claro dónde habrá que estar cuando las papas quemen.
Feliz año para la Argentina!