
Qué importaba el puesto en el que uno llegaba. Qué importaba si a uno lo pasaban como conito de entrenamiento.
Qué importaba si hacías la prueba caminando.
Lo fundamental es que el legado de Miguel, el del deporte (“una buena manera de estar juntos” según algún anónimo pero sabio eslogan) está presente.
Que la memoria le gana por goleada al olvido del terror.
Que no pudieron hacer desaparecer su figura, sus ideales y su compromiso.
Los militares creyeron que nadie lo recordaría. Además de asesinos, ignorantes.
Las miles de personas que ayer asistieron al homenaje maratónico en Palermo, certifican aquella realidad.
Hombres, mujeres, chicos, (de todas las edades), se acercaron a Figueroa Alcorta y Av. Sarmiento para participar de la prueba y del ejercicio de la memoria. A tal grado fue el compromiso que muchas personas quedaron afuera de la inscripción (cerró a las 8:30 hs.) pero no de la carrera, luciendo la remera con el dibujo del atleta en paso maratónico.
MIGUEL, SEGÚN ELVIRA
Se lo llevaron el 08 de enero de 1978, a las 3:30 de la madrugada. Ni siquiera le dejaron besar a su madre. Tenía 25 años. Además de dedicarse con enorme amor al atletismo (antes había jugado al fútbol en Gimnasia y Esgrima de La Plata), trabajaba en el Banco Provincia y militaba en una unidad básica de la JP en Villa España, Berazategui. Un pecado mortal para la época de Terrorismo de Estado que la dictadura militar ejecutaba.
Había nacido un 6 de noviembre de 1952, en Bella Vista, Tucumán. Hijo menor de diez hermanos. Una de ellos es Elvira Sánchez, que sigue viviendo en Berazategui. Charló con SUEÑOS DE PELOTA (AM 830), el pasado sábado y dejó peculiares sensaciones:
“Me emociono cada vez que se recuerda a Miguel y se corre la carrera en homenaje a su persona. Él amaba lo que hacía y también le gustaba escribir mucho. De hecho hay un poema que escribió antes de que lo secuestraran. (“Para vos, atleta”)”.
Había corrido la San Silvestre, una prueba que se hace en San Pablo los 31 de diciembre y era entrenado por Osvaldo Suárez, aquel fondista argentino que después del golpe del ´55 fue privado de participar representando al país, lo que hubiese significado medallas argentinas.
Su hermana afirmó que en Brasil, y como parte de las operaciones del Plan Cóndor, Miguel había sido vigilado por agentes, según una investigación de un periodista del diario O ´Globo.
Al Tucu, también le decían “El Correcaminos” en el banco, que le daba los viáticos para competir afuera.
Elvira habla de un fenómeno sorprendente: “La carrera se corre en varias partes del mundo, además de vario lugares de la Argentina (Berazategui, Bariloche, Bella Vista, Necochea). Barcelona y Roma, del exterior.
En Italia gracias al periodista Valerio Piccioni, que está escribiendo un libro sobre Miguel. Él se interesó por la nota que realizaron Scher y Pochat hace varios años atrás. Los amo porque rescataron la memoria de mi hermano. A partir del 2000 se empezó a correr en su memoria”.
Elvira también se refirió a la escasa información que le brindaron sobre su hermano:”Alguien que estuvo en el Vesubio (un centro de torturas cercano a la Richieri) me dijo que había pasado un atleta que presumía chileno. Por la tonada tucumana yo creo que se trataba de Miguel”, afirmó resignada.
Un tema de moda y actualidad en donde la “Diva” Susana Giménez dio el puntapié mediático, la pena de muerte, no fue evadido por Elvira que sentenció tajante “no estoy para nada de acuerdo con la pena de muerte. Es una locura. Lo que hay que hacer es educar”.
Por último, y después de agradecer la entrevista, una de las hermanas de Miguel Sánchez culminó con un “esto es por los 30.000. Por la memoria, la verdad y la justicia”.
Así es y será, Elvira…
EL POEMA DE MIGUEL
“PARA VOS ATLETA”
Para vos atleta
Para vos que sabés del frío, del calor,
De triunfos y derrotas
Para vos que tenés el cuerpo sano
El alma ancha y el corazón grande.
Para vos que tenés muchos amigos
Muchos anhelos
La alegría adulta y la sonrisa de los niños.
Para vos que no sabés de hielos ni de soles
De lluvia ni encores.
Para vos, atleta
que recorriste pueblos y ciudades
uniendo Estados con tu andar.
Para vos atleta, que desprecias la guerra y ansías la paz.