
Fue el partido del ollazo. Centro para tratar de conseguir el bendito rebote. Encima al final del primer tiempo se fue lesionado el jugador más capacitado para inventar: Alejandro Orsi. Colegiales lo sintió. Y Acassuso, aprovechando la desgracia ajena, golpeó a pocos minutos de iniciado el complemento con un cabezazo de Vicente.
Pero como casi la mayoría de los conjuntos que logran una mínima ventaja, se dejó tentar por la peligrosa especulación. Y se sabe, el conservadurismo siempre fue sinónimo de miedo.
El local decidió apostar las pocas fichas que le quedaba. Y le salió bien. Llegó al empate a través de Luque. Centro, cabezazo y toque al gol. Todo gracias a un córner y un par de huecos que se abrieron. Tan sólo eso.
Publicado en Clarín Deportivo el día 18/08/08.