
Hay que ganar por las buenas, las regulares o las otras, escribía Diego Lucero en uno de sus hermosos textos de su libro "Siento ruido de pelota". El gran periodista deportivo uruguayo poco tenía en su chope de esta histeriqueada resultadista, por lo tanto, sólo se trataba de un chamuyo sensible del querido charrúa que tan bien utilizaba con humor e ironía.
Se dudaría realmente si Sciutto escribiría placenteramente sobre fútbol hoy. El yorugua se haría tanta lama gresan que preferiría seguir siendo un gran recuerdo tal vez. Por lo que está pasando ahora, hermano. Una locura por los resultados nunca vista y vivida en la historia del fóbal. Técnicos, jugadores, dirigentes e hinchas sólo piensan en ganar, ganar y ganar. Fueron de las primeras palabras de Carlos Ischia en su asunción boquense, por ejemplo. Los técnicos lo afirman para sostenerse en el cargo y cargarse de crédito. Los dirigentes, para dar cuenta de que su capital político no debe resquebrajarse. Los jugadores lo repiten como "monitos autómatas" para quedar bien con todos y se autoprohíben el disfrute del juego. Los hinchas lo ven como el único score posible. Pero, no vendría mal hacernos algunas preguntas:
¿Qué se dice cuando se dice lo que se dice? ¿Cuál es el mensaje cuando se expresa "hay que ganar"? ¿Alguien juega para no ganar? ¿Existe el deseo por perder? ¿Qué se juega cuando se niega el juego? ¿El fútbol ya no es un juego? ¿Es trabajo? Y si es trabajo, ¿es sólo eso? ¿Qué tipo de trabajo? ¿Disfruta el jugador con el fútbol? ¿Qué siente el tipo hoy cuando de pibe se moría por jugar con los pibes del barrio o enfrentar a los wuachos de la otra cuadra? ¿Para qué practica este deporte? ¿Sólo importa ganar? ¿Y gustar? ¿Y la gente? ¿Y la calidad de las conquistas? ¿Y el reconocimiento de todo el ambiente ? ¿Y la gloria? ¿Y los sueños?¿Es el futbolista de hoy un mercenario de los puntos? ¿Un esclavo de los números? ¿Un preso de las contingencias deportivas? ¿Del segundo nadie se acuerda? ¿Y Holanda del `74 y `78? ¿Y Hungría del `54? ¿Y el Brasil del ´82? ¿Y la Francia de los `80 que no fue campeona del mundo? ¿Y la Argentina del ´30? ¿Nadie se acuerda de aquel gran equipo de Argentinos Juniors que cayó por penales en la final de la Intercontinental ante la Juventus de Platini, Boniek, Laudrup y compañía allá por año `85? ¿Italia fue el mejor equipo del último mundial? ¿La final perdida por Argentina ante Brasil en la copa América del año pasado tira a la borda todo lo bueno hecho en los partidos anteriores? ¿Es el Milan el mejor equipo del mundo estando a más de quince puntos del Inter puntero en el campeonato italiano por más que haya ganado el mundial de clubes que enfrenta a campeones de continentes "mucho tiempo después" de haber triunfado en sus respectivas latitudes?
El "hay que ganar" en realidad, no dice que hay que ganar solamente. Eso es una verdad de perogrullo. Lo que esconde u oculta es la forma. Que es con presión, con obligación. El "como sea", porque sino no cobro, porque sino me desvalorizo en el mercado del fútbol, porque sino "voy a terminar jugando en Victoriano Arenas"(lo mejor de los respetos para ese club), porque sino ma aprieta la barra, porque sino no puedo mirar a nadie en la cara, porque sino no existo, porque sino soy un perdedor, porque sino soy un amargo pecho frío. Etc, etc.
Otras veces, lo que quiere decir y muchos no se animan a decir es "hago un gol y me voy todo para atrás". Como decía el Toto "un gol y a cobrar", algo que no está prohibido en el reglamento, por supuesto, pero tan aceptado hoy...
Es que el mercado comanda la dictadura de los resultados, los dirigentes organizan la parafernalia ambiental, los técnicos son los agentes mensajeros y los jugadores son el brazo ejecutor de dicho autoritarismo futbolístico, aceptan lo que vengan con tal de no desaparecer.
¿Y los periodistas? Uyy!! dejemóslo para otra nota.....